Esta ermita, durante la edad media, fue la parroquia del término municipal del castillo de Sant Llorenç, que dependía de la canónica de Santa María de Solsona. Así consta, por primera vez, en el año 1151.
Se trata de un templo de una sola nave con una planta rectangular muy alargada, con un ábside semicircular. La nave está dividida en dos partes, separadas por dos peldaños que conforman el acceso al prebisterio.